Otra vez más la empresa no deja de sorprendernos con el resultado de las reuniones que mantiene con el Comité de Empresa. En Febrero nos pide el 30% de nuestro sueldo, en Julio parece que empezamos a entendernos, que “la cosa pinta bien”. Pero cual es nuestra sorpresa cuando a la vuelta de vacaciones la empresa nos despierta de nuestro tranquilo sueño veraniego con un golpe en la mesa y nos recuerda que sigue queriendo nuestro sueldo, nuestra flexibilidad, y que produzcamos más. Pero no contento con ver nuestra cara de incrédulos y sin dejarnos tiempo de asimilar la noticia, nos deleita con una nueva reunión en la que, como los niños americanos en Halloween al grito de “susto o regalo”, nos chantajea al grito de “Plan A o Plan B”.
Plan A = 340 trabajadores de la Frape, no somos tantos semanales, con lo cual habrá algún mensual, que siempre parecía que trabajaban en otra empresa y que el problema no iba con ellos, a la calle con un ERE el 19 de Septiembre.
Plan B = una serie de exigencias, reestructuración de personal semanal y mensual, libertad de movimientos de máquinas, eliminación del plus de toxicidad…, que si ya no fueran por si solas bastantes malas para los trabajadores, encima no son negociables. Si aceptáramos este plan, es una imposición de la empresa, sin dejar al comité la opción de negociarlo. Que, creo yo, es la solución a cualquier conflicto laboral. La NEGOCIACIÓN.
Pero la cosa no queda aquí. Si el Comité de Empresa no acepta ningún plan, el día 14 de Septiembre la empresa se quiere dirigir a los trabajadores para explicarnos la situación. Y espera que al día siguiente votemos el futuro de la planta.
Me imagino que la empresa está en su derecho de querer informarnos de cualquier tema, pero también me imagino que nosotros estamos en nuestro derecho de ir o no a escucharla. Que cada uno haga lo que crea conveniente. Por mi parte, si no hay una directriz general en contra, iré a escucharlos. Porque para poder hacer una valoración de la situación hay que tener cuanta más información mejor, aunque venga de la parte contraria.
Lo que no veo normal es que la empresa nos quiera hacer decidir a nosotros el futuro de Zona Franca... Va hacer un año que elegimos a este Comité, y es este Comité quien tiene la potestad de negociar con la empresa en nuestro nombre y hacer votar a la asamblea cualquier tema que crea interesante... La empresa no puede saltarse a los representantes legales de los trabajadores para realizar una votación. Si el Comité les ha dado una respuesta que no les gusta lo sentimos pero esa es nuestra respuesta.
Para finalizar solo quiero hacer público personalmente mi apoyo y el de mi sección sindical al Comité de Empresa.
Juan Pedro García Sánchez
Plan A = 340 trabajadores de la Frape, no somos tantos semanales, con lo cual habrá algún mensual, que siempre parecía que trabajaban en otra empresa y que el problema no iba con ellos, a la calle con un ERE el 19 de Septiembre.
Plan B = una serie de exigencias, reestructuración de personal semanal y mensual, libertad de movimientos de máquinas, eliminación del plus de toxicidad…, que si ya no fueran por si solas bastantes malas para los trabajadores, encima no son negociables. Si aceptáramos este plan, es una imposición de la empresa, sin dejar al comité la opción de negociarlo. Que, creo yo, es la solución a cualquier conflicto laboral. La NEGOCIACIÓN.
Pero la cosa no queda aquí. Si el Comité de Empresa no acepta ningún plan, el día 14 de Septiembre la empresa se quiere dirigir a los trabajadores para explicarnos la situación. Y espera que al día siguiente votemos el futuro de la planta.
Me imagino que la empresa está en su derecho de querer informarnos de cualquier tema, pero también me imagino que nosotros estamos en nuestro derecho de ir o no a escucharla. Que cada uno haga lo que crea conveniente. Por mi parte, si no hay una directriz general en contra, iré a escucharlos. Porque para poder hacer una valoración de la situación hay que tener cuanta más información mejor, aunque venga de la parte contraria.
Lo que no veo normal es que la empresa nos quiera hacer decidir a nosotros el futuro de Zona Franca... Va hacer un año que elegimos a este Comité, y es este Comité quien tiene la potestad de negociar con la empresa en nuestro nombre y hacer votar a la asamblea cualquier tema que crea interesante... La empresa no puede saltarse a los representantes legales de los trabajadores para realizar una votación. Si el Comité les ha dado una respuesta que no les gusta lo sentimos pero esa es nuestra respuesta.
Para finalizar solo quiero hacer público personalmente mi apoyo y el de mi sección sindical al Comité de Empresa.
Juan Pedro García Sánchez